CARACTERIZACIÓN
DEL CONFLICTO ARMADO EN EL MUNICIPIO DE FILADELFIA Y SUS CONSECUENCIAS EN LA AFECTACIÓN DEL ENTORNO.
MIRADAS
CRITICAS FRENTE AL POSACUERDO.
CARLOS
ALBERTO HERRERA CARDONA
HUMBERTO
RAMÍREZ MARIN
ESCUELA SUPERIOR DE
ADMISTRACIÓN PÚBLICA ESAP
DEPARTAMENTO DE
PREGRADO
PROGRAMA EN
ADMINISTRACION PÚBLICA TERRITORIAL
MANIZALES CALDAS
2016
CARACTERIZACIÓN
DEL CONFLICTO ARMADO EN EL MUNICIPIO DE FILADELFIA Y SUS CONSECUENCIAS EN LA AFECTACIÓN DEL ENTORNO.
MIRADAS
CRITICAS FRENTE AL POSACUERDO.
MONOGRAFÍA
PARA OPTAR
El
título de Administrador Público.
ASESOR
ACADEMICO: Dr. ANDRES TAMAYO PATIÑO.
.
ESCUELA SUPERIOR DE
ADMISTRACIÓN PÚBLICA ESAP
DEPARTAMENTO DE
PREGRADO
PROGRAMA EN
ADMINISTRACION PÚBLICA TERRITORIAL
MANIZALES CALDAS
2016
CARTA
APROBACIÓN INFORME TRABAJO DE GRADO
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||||
Versión:02
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Fecha:
10/03/2014
|
Página
1 de 1
|
Código
RE-M-CD-77
|
Manizales,
23 de marzo de 2016
Señores:
FACULTAD DE PREGRADO Y/O
COORDINACIÓN ACADEMICA
ESAP
REF: APROBACIÓN DEL PRIMER
INFORME DE TRABAJO DE GRADO
Un
saludo cordial y éxitos en sus labores.
Revisado
el PRIMER INFORME DE TRABAJO DE GRADO denominado CARACTERIZACIÓN DEL CONFLICTO ARMADO EN EL
MUNICIPIO DE FILADELFIA Y SUS CONSECUENCIAS EN LA AFECTACIÓN DEL ENTORNO.
MIRADAS
CRITICAS FRENTE AL POSACUERDO, de los estudiantes CARLOS ALBERTO HERRERA CARDONA y HUMBERTO RAMÍREZ MARIN,
se conceptúa que el documento presentado, reúne todas las condiciones de
calidad en materia académica y administrativa, por lo tanto se aprueba, para
que el estudiante pueda CONTINUAR con su
proyecto de monografía.
Realizada
las tutorías correspondientes el estudiante presento la descripción del área problemática.
Cordialmente,
ANDRES TAMAYO PATIÑO
_________________________________
NOMBRE DEL ASESOR
ACADÉMICO
_______________________________
FIRMA DEL ASESOR
ACADÉMICO
CARTA
APROBACIÓN INFORME TRABAJO DE GRADO
|
||||
Versión:02
|
Fecha:
10/03/2014
|
Página
1 de 1
|
Código
RE-M-CD-77
|
Manizales,
29 de abril de 2016
Señores:
FACULTAD DE PREGRADO Y/O
COORDINACIÓN ACADEMICA
ESAP
REF: APROBACIÓN DEL SEGUNDO
INFORME DE TRABAJO DE GRADO
Un
saludo cordial y éxitos en sus labores.
Revisado
el SEGUNDO INFORME DE TRABAJO DE GRADO denominado CARACTERIZACIÓN DEL CONFLICTO ARMADO EN EL
MUNICIPIO DE FILADELFIA Y SUS CONSECUENCIAS EN LA AFECTACIÓN DEL ENTORNO.
MIRADAS
CRITICAS FRENTE AL POSACUERDO, de los estudiantes CARLOS ALBERTO HERRERA CARDONA y HUMBERTO RAMÍREZ MARIN,
se conceptúa que el documento presentado, reúne todas las condiciones de
calidad en materia académica y administrativa, por lo tanto se aprueba, para
que el estudiante pueda CONTINUAR con su
proyecto de monografía.
Realizada
las tutorías correspondientes el estudiante presento marco teórico y
metodología
Cordialmente,
ANDRES TAMAYO PATIÑO
_________________________________
NOMBRE DEL ASESOR
ACADÉMICO
_______________________________
FIRMA DEL ASESOR
ACADÉMICO
CARTA
APROBACIÓN DEL INFORME FINAL DE
TRABAJO DE GRADO
|
||||
Versión:02
|
Fecha:
10/03/2014
|
Página
1 de 1
|
Código:
RE-M-CD-79
|
Manizales,
Mayo 16 de 2016
Señores:
FACULTAD DE PREGRADO Y/O
COORDINACIÓN ACADÉMICA
ESAP
REF: APROBACIÓN DEL INFORME
FINAL DEL TRABAJO DE GRADO
Un
saludo cordial y éxitos en sus labores.
Revisado
el INFORME FINAL DE TRABAJO DE GRADO denominado CARACTERIZACIÓN DEL CONFLICTO ARMADO EN EL
MUNICIPIO DE FILADELFIA Y SUS CONSECUENCIAS EN LA AFECTACIÓN DEL ENTORNO.
MIRADAS
CRITICAS FRENTE AL POSACUERDO, de los estudiantes CARLOS ALBERTO HERRERA CARDONA y HUMBERTO RAMÍREZ MARIN,
se conceptúa que el documento presentado, reúne todas las condiciones de
calidad en materia académica y administrativa, por lo tanto se aprueba, para
que el(la) estudiante pueda optar al título de ADMINISTRADOR(A) PÚBLICO (A),
con una nota final de ___5.0____.
Cordialmente,
Andrés Tamayo Patiño
_________________________________
NOMBRE DEL ASESOR
ACADÉMICO
_______________________________
FIRMA DEL ASESOR
ACADÉMICO
TABLA DE
CONTENIDO
INTRODUCCION………………………………………………………………….8
ANTECEDENTES…………………………………………………………………10
JUSTIFICACIÓN…………………………………………………………………..13
DEFINICIÓN OPERACIONAL
DE TÉRMINOS…………………………………14
RESULTADOS
…………………………………………………………………….15
CONCLUSIONES………………………………………………………………….16
RECOMENDACIONES……………..…………………………………………….17
1. MARCO TEORICO………………………………………………………………18
1.1. MARCO REFERENCIAL………………………………………………………19
1.2. CONSTRUCCIÓN DE
IDENTIDADES PARA LA PAZ……………………...21
2 OBJETIVOS DE LA MONOGRAFIA…………………………………………...40
2.1. OBJETIVO GENERAL…………………………………………………………40
2.2. OBJETIVOS
ESPECIFICOS…………………………………………………...40
3. ASPECTOS
METODOLOGICOS………………………………………………..41
3.1. DISEÑO
ANALITICO………………………………………………………….41
3.2. DISEÑO NARRATIVO………………………………………………………...41
3.3. MOMENTOS O
ETAPAS……………………………………………………..42
SUJETOS
3.4. TECNICAS E
INSTRUMENTOS……………………………………………..43
4- CRONOGRAMA DE
ACTIVIDADES………………………………………….44
5- RESULTADOS…………………………………………………………………..45
5.1 ENTREVISTA A LIDER
DE LA COMUNIDAD……………………………..48
5.2 DESARROLLO DEL
CONFLICTO ARMADO EN FILADELFIA…………..49
5.3 CONSECUENCIAS
DELCONFLICTO ARMADO……………………………57
5.4 LECCIONES PARA
APRENDER………………………………………………58
5.5 SE EVIDENCIA UN
DAÑO COLECTIVO…………………………………....59
5.6 UN DAÑO DIFICIL DE
MEDIR……………………………………………….61
5.7 LOS NIÑOS FRENTE AL
CONFLICTO CONFLICTO………………………62
CONCLUSIONES…………………………………………………………………..64
RECOMENDACIONES…………………………………………………………….69
ANEXOS……………………………………………………………………………72
BIBLIOGRAFIA……………………………………………………………………76
Introducción
Problematización
Para entender el proceso del postconflicto
en Colombia es necesario poner el retrovisor a los antecedentes acompañaron la complejidad del conflicto y
analizar algunos factores constitutivos de los episodios que marcaron y aún
marcan los enfrentamientos armados en el territorio nacional, además evaluar la multicausalidad que emergen en cada uno de los fenómenos presentes en el
desarrollo del conflicto; para lo anterior y en aras de contextualizar el trabajo, se revisa algunas de las instancias
que promovieron las acciones conflictivas en el territorio y se
visibiliza las causas siguen alimentando la urdimbre de las inequidades sociales, como uno de los
tantos factores nacientes del último
conflicto colombiano y que en la
actualidad avanza en un proceso de
acuerdo y diálogo con los actores intervinientes. Para Benavides
(20004), al conceptuar respecto al origen del conflicto en Colombia dice:
Veremos que el origen de las
guerrillas se ha dado por la falta de unas de las opciones de participación
para algunos grupos políticos, como es el caso de la ANAPO, en los años 1970s y
el fraude electoral fraguado entre los partidos liberal y conservador para
elegir a Misael Pastrana. (p.2)
Por
lo tanto el conflicto en Colombia no ha sido producto del azar, tampoco es consecuencia de un grupo subversivo
que ha querido tomar el poder por medio de las armas y generar zozobra en algunas regiones del país, es el resultado del rezago en que ha estado sumergido
muchos sectores poblacionales, por la escasa movilidad social que ha reproducido un conflicto con clase dominante tanto
económica como política, quienes son dueños del poder que aún gobiernan y por la escasa capacidad del Estado de atender
las demandas sociales.
La etapa que ha iniciado el gobierno con
los actores armados, debe llevar a
superar este camino de angustia, miedo, miseria y violencia, que han
acompañado al país en los últimos 60 años y definir una ruta que logre
establecer mínimos acuerdos, no solo para quienes se desmovilizan, sino además
para los once millones de campesinos colombianos que esperan un mejor trato y
políticas públicas coherentes y viables, como para el resto de los colombianos
que anhelan, más tranquilidad en todos los espacios . Para Benavides, (2004),
al considerar como los acuerdos de los posconflictos confluyen e influyen en
los contextos y sistemas socio-democráticos de las comunidades, afirma:
La etapa post conflicto es muy importante, no sólo
porque las decisiones que se tomen en este momento determinarán elecciones
posteriores, sino por el hecho de que la ausencia de solución a las causas de
la confrontación puede generar nuevos conflictos y determinar la aparición de nuevos
actores (p.1).
Por lo tanto el hecho que se inicie y se
firmen los acuerdos, debe mejorar las condiciones en que viven los productores
rurales, disminuir sustancialmente los enfrentamientos internos, dinamizar la
movilidad social, visibilizar de las
problemáticas rurales más apremiantes y convocar hacia una nueva gestión pública
de los sectores más desprotegidos, haciendo de las problemáticas sociales y su elemental
interpretación, para que no sea un paso
en falso y poner en riesgo los acuerdos,
máxime que se han evacuado muchos puntos de la agenda nacional que permitirá la
resocialización de los grupos armados.
Pregunta
problemicas.
¿Cómo ajustar las
políticas del estado del pos conflicto en el municipio de filadelfia caldas?
Antecedentes.
Los
proceso de paz en Colombia, han pasado por estadios y momentos, en los cuales
los actores intervinientes en el conflicto, llegaron a unos mínimos, que
permitieron la participación electoral de unos pocos dirigentes, que
representaban a los grupos insurgentes y cambios normativos e importantes en la
Constitución Política Colombiana, que facilitó la incorporación de medios y
espacios de inclusión, participación y toma de decisiones de los actores
sociales.
Cada proceso tiene sus matices que le
imbrican nuevas posibilidades, que integran a las sociedades, otras opciones de
encuentro entre los actores decisores en las políticas públicas y una esperanza
para retomar los caminos del diálogo.
En este contexto
Benavides, (2004), hace referencia a los procesos de pos acuerdo que
ha tenido el país durante los últimos años, los cuales han pasado por momentos
críticos, lo que permite tener algunos antecedentes y experiencias, para no
cometer los mismos errores del pasado, “Colombia lleva muchísimos años en
guerra y posee una experiencia sin igual en procesos de paz frustrados. Desde
las guerras de independencia, pasando por la guerra de los Mil Días y La
Violencia, hasta el actual proceso de paz… (p.2)”. La experiencia actual no es nueva, lo que debe
servir como punto de partida para el actual
proceso de acuerdo, debe
reinterpretar las fallas en procesos anteriores y permitir allanar los obstáculos y vacíos en cuanto a
seguimiento, justicia, acompañamiento y reintegración a la sociedad de los
actores que se acogieron al proceso.
Tal vez uno de los episodios que recuerdan
los historiadores, cómo algunos conflictos fueron negociados y muchos de los actores causantes de las
tragedias, no resarcieron a sus víctimas, ni
purgaron condenas por los hechos, aun así continuaron en la
administración del estado, llegando a un acuerdo entre los victimarios y a
espaldas de las víctimas, simplemente fue borrón y cuenta nueva y Benavides (2004), agrega:
Como resultado de
las negociaciones de paz en Sitges y Benidorm, los líderes de los partidos
conservador y liberal llegaron a un acuerdo por el cual los dos partidos
compartirían el poder y ejercerían la presidencia de manera alternativa, dando
fin de esa manera a un conflicto armado que produjo más de doscientas mil muertes
y que recibió el nombre de La Violencia, gracias al cual ninguno de los actores
del conflicto asumía responsabilidad por las violaciones a los derechos humanos
y al derecho humanitario producidas durante el mismo (p.3).
Es posible que estos acuerdos entre dirigentes políticos, hayan servido como
insumo para que muchas organizaciones asumieran como pretexto para instituir violencia como acto conducente al
logros de sus objetivos, el alto porcentaje de impunidad reinante en muchos de las muertes
y reactivación de los episodios violentos que acompañaron a las familias en aquellas épocas; frente a estas angustias nadie se hizo responsable de las violaciones,
de las desapariciones, de los atropellos y de un sinnúmero de complejidades que
fueron la base para la construcción de una democracia endeble y permeada y
viciada, sin garantías para las víctimas, ya que los autores continuaron
haciendo parte de la burocracia; agrega Benavides (2004 ), con respecto a la
comisión encargada de documentar la oscura historia de las masacres políticas
de Colombia en décadas anteriores:
Esta Comisión
produjo evidencias suficientes para juzgar a los responsables del conflicto,
pero, dado que esa no era su función, se limitó a hacer un relato de los hechos
y de las posibles causas sin llevar ante los jueces a los responsables de esos
crímenes. Después de leer el libro escrito por Germán Guzmán, Orlando Fals y
Eduardo Umaña, basado en los trabajos de la Comisión, sorprende que frente a
esas atrocidades no se haya dado siquiera una condena. Sin embargo, las
víctimas de La Violencia no olvidaron y es por ello que frente a la falta de
atención de parte del Estado muchos de los miembros de las futuras guerrillas
esgrimen como razones para la lucha armada las injusticias derivadas de esa
época. Además del hecho de que muchos de los antiguos combatientes jamás se
desarmaron, y tenían razones para no hacerlo, el cierre de las opciones
políticas causado por el Frente Nacional está en la base de muchas de las justificaciones
para la lucha guerrillera de los años 60. (P.3).
Los antecedentes de entornos violentos
pasados, ha dejado cicatrices y heridas en las comunidades afectadas, que dejan
espacios de duda, frente a aquellos actores violentos y que no hicieron
reparaciones frente a los hechos sucedidos, que generan momentos de angustia y
la que servirá como antecedentes para no cometer los mismos errores ahora que
se inicia este proceso de terminación de la lucha armada.
Justificación
El siguiente trabajo permite aterrizar las
diferentes políticas, que para tal efecto, implementará el Estado Colombiano,
en el marco del pos acuerdo con los actores armados de la guerrilla, como
escenarios de la reparación integral a las víctimas, devolución de tierras y la reincorporación de la población civil a sus
actividades, que realizaban antes de sr desplazados, además contempla dos
partes esenciales, en la primera se aborda, el posconflicto desde algunas
miradas conceptuales, aspectos inherentes al conflicto y en la segunda parte se
contextualiza, el conflicto armado en el municipio de Filadelfia, su
desarrollo, consecuencias y dinámicas
surgidas del mismo.
Se pretende determinar las complejidades territoriales, las nuevas
realidades, las mutaciones y los devenires comunitarios y familiares que
emergen los desde momentos de crisis, instantes de zozobra, miedo e
incertidumbre y otro momento como el renacimiento de nuevas posibilidades que
se integran al tejido social, como una alternativa hacia una Colombia más justa
y equitativa.
Asimismo
propiciar algunas consideraciones que
para la asimilación del pos acuerdo, es importante implementar en los
territorios y que desdelos diferentes instrumentos de planeación del municipio,
se tengan en cuenta para materializar y recomponer la convivencia social y la
reconstrucción del tejido comunitario, como soporte para una paz duradera y
productiva.
Definición operacional de términos.
Acuerdo Humanitario: es un acuerdo que busca la
humanización o regularización del conflicto armado en Colombia.
Acuerdo de Paz: Es un convenio
que realizan las partes en conflicto para llegar al fin de hostilidades o enfrentamientos
Armisticio: La suspensión de las
agresiones entre adversarios que se encuentran enfrentados en una lucha armada
Comisión de la verdad: La
comisión de la verdad son organismos oficiales, no judiciales y de vigencia
limitada que se constituyen para esclarecer los hechos, causas y consecuencias relativos
a pasadas violaciones de derechos humanos.
Cultura de paz: Es un conjunto de
valores, actitudes, tradiciones, comportamientos y estilos de vida basados en
el respeto a la vida.
Justicia transicional: Es el
conjunto de medidas judiciales y políticas que diversos países han utilizado
como reparación por las violaciones masivas de derechos humanos
Marco jurídico para la paz: entramado
jurídico requerido para dar soporte legal a la transición de una sociedad en conflicto armado hacia una
sociedad en paz.
Reconciliación: Es una meta de largo plazo, de personas o sociedades,
encaminado a construir un clima de convivencia pacífica.
Reintegración: es una oferta de
seis años y medio que el estadio colombiano les ofrece a las personas desmovilizadas que no han cometido delitos de lesa humanidad
y que quieren reintegrarse a la vida social y económica.
Resultados.
Los proceso de paz en Colombia, han pasado
por diferentes etapas, cuales han definido rumbos diferentes, que permiten
encontrar en ellos aprendizajes, caminos e instancias que permitan no cometer
los mismos errores y transitar hacia espacios y construcciones orientadas
al establecimiento de momentos de transparencia, para el logro de una
paz duradera y efectiva.
Estos aprendizajes colectivos serán el punto de partida para que
desde las diferentes miradas se opte por la construcción de territorios que
redefina n el rumbo de las sociedades y se
logren implementar diálogos permanentes para la superación de los conflictos,
como una apuesta a la reconciliación y al trazado de rutas efectivas para la
convivencia social.
Los problemas cotidianos de la sociedad
deben ser asumidos con responsabilidad, liderazgo, confianza y sobre todo con
la capacidad del entendimiento en la diferencia, la diversidad y la
multiculturalidad, para que desde las
diferentes miradas, se busque canalizar y allanar los caminos posibles que
orienten a los actores en conflicto, dirimir sus complejidades con base en acuerdos, voluntades y con la convicción
en el entendimiento, la no agresión y el
respeto por los derechos humanos, esto con el propósito de no enfrentar los
territorios en disputas sangrientas que solo dejan desolación , tristeza,
violencia y desarraigo social en muchas
comunidad.
Conclusiones.
La búsqueda de la paz como anhelo individual y colectivo, debe asumirse como un
propósito construido solidariamente, en el marco de la aceptación de las
diferencias y el compromiso de aportar desde diferentes miradas para la construcción
social, e escenarios y espacios en donde confluyan los diferentes intereses que
movilizan a la sociedad. Solamente a través de una convivencia armónica, que
garantice los mínimos de tolerancia, será posible llevar a la escena las
complejidades de la pervivencia comunitaria y en el marco del posacuerdo, poder
conocer la verdad, hasta donde sea posible, que esta es fundamental para el
logro de la justicia y la reparación integral.
Recomendaciones.
Para
superar los procesos generadores de conflicto en los territorios,
fundamental conocer y visibilizar la causas que
los han originado y que aún hacen parte de la amalgama de situaciones
complejas que no hacen posible la armonía ciudadana. Hoy la búsqueda de caminos
hacia la convivencia pacífica y en entendimiento social, debe posibilitar caminos de encuentro, estrategias
que faciliten dirimir los problemas y ante todo acciones que logren disminuir brechas y desigualdades sociales, que son en último,
lo que ha llevado a la perduración de los conflictos por varias décadas y tal
es el caso de Colombia.
Una sociedad capaz de hacer frente a la
multicausalidad de los problemas, resilientes a las dificultades y potente en
escuchar a las mayorías excluidas, será capaz de visualizar horizontes a mediano
y largo plazo que permita reconstruir el tejido social con equidad, justicia y
oportunidades para muchos.
1.
Marco
teórico
Si
analizamos las diferentes etapas, momentos, espacios y coyunturas que
fueron escenarios de la emergencia, desarrollo, crecimiento y permanencia del
conflicto en algunos departamentos y municipios del país, se puede analizar, cómo estos hechos estuvieron marcados por un desarrollo económicos no sustentables con mezclas de connotaciones políticas, sociales,
económicas, con poca presencia del
Estado y el desamparo y el escaso acompañamiento a las comunidades
rurales y algunos espacios urbanos- periféricos, donde el conflicto
encontró el espacio y la simiente para
cooptar la institucionalidad y la gobernabilidad, asumiendo el papel del estado,
acompañado con el enfrentamiento de actores armados que sembraron
pánico y violencia.
Lo que quedaba del sistema democrático fue
alienado y la sociedad se adaptó a las circunstancias, ya sea por miedo o
porque era la única manera de pervivir en estos territorios con este tipo de organizaciones
o al contrario reunir la familia y un poco de las pertenencias y emigrar hacia centros poblados, donde por lo menos
salvaran su vida; esta situación generó
grandes desplazamientos, migración de familias, disminución en la
atención a las explotaciones agropecuarios, masacre, etc.
Atender el conflicto en Colombia, puede
resultar menos costoso en valores
monetarios que el posconflicto, para éste último el gobierno se compromete a mejorar condiciones
de inversión social, en todos los sectores, brindar más oportunidades y a
realizar lo que por obligación debió haber hecho y no se hizo.
Para
muchos el posconflicto es una inversión
innecesaria del Estado, porque se da garantías suficientes a quienes han
debilitado la gobernabilidad; para otros es una prioridad, porque en la medida
que haya paz, habrá más inversión extranjera, más tranquilidad y rentabilidad
para los inversionistas; para otros es un proceso sin mayor importancia, porque
no han sentido el rigor de la violencia directamente o porque la violencia le genera
dividendos.
1.1. Marco referencial
El municipio de Filadelfia
Este territorio fue habitado por la comunidad
indígena de Los Carrapas, gobernados por el cacique Irrua. El primer
conquistador español fue Jorge Robledo en 1540, procedente de Santa Ana de los
Caballeros, hoy Anserma. En 1850, Antonio Arias, Tomas Osorio y Ramón Ospina,
fundaron la localidad como parte del camino más corto entre Salamina y Neira,
la cual fue elevada a la categoría de distrito municipal en el año de 1873.
La tribu más importante que habitó Filadelfia se llamó los Carrapas, situados también en los municipios de Aránzazu, Neira y Manizales. Los aspectos generales de los Carrapas son: Los hombres son de cuerpo muy crecido, los rostros largos en hombres y mujeres, andaban desnudos y descalzos. Las mujeres usaban pequeñas mantas de algodón de la cintura para abajo, sus casas eran pequeñas y muy bajas, hechas de caña y la cobertura de cogollos de otras cañas.
La economía depende de la agricultura
(Café, maíz, caña de azúcar) y la ganadería extensiva doble propósito (carne y
leche), últimamente se ha venido desarrollando actividades ganaderas con
adopción de nuevas tecnologías; así mismo se viene ampliando la frontera
pecuaria y la disminución paulatina de la vocación agrícola. En la actualidad
la economía depende en un alto
porcentaje de la producción de panela, ganadería, la producción de café y
plátano; en menor escala el comercio, la porcicultura, la avicultura y la
piscicultura.
Según el censo Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas DANE (2005), en el municipio de Filadelfia para el 2015, su población era de 100.034 habitantes, de los cuales en la zona urbana la población era de 4.165 habitantes y el resto o sea zona rural era de 6.869 respectivamente. Como la gran mayoría de los municipios colombianos, la zona rural, viene perdiendo aceleradamente su población, especialmente jóvenes; de acuerdo a las proyecciones del DANE, para 2015, Filadelfia había perdido una población rural de 1.709 personas, que salieron del municipio, hacia otras regiones del país.
Porcentaje de viviendas rurales ocupadas,
con personas presentes el día del censo, y que tenían actividad agropecuaria:
Agrícola 44,8%, pecuaria95, 2%, piscícola 4,1%. La mayoría de las viviendas
tiene simultáneamente 2 o 3 tipos de actividades.
En los establecimientos con mayor número (0 a 10 empleos) el Comercio (49,1%) es la actividad más frecuente y en el grupo de 10 a 50 personas la actividad
principal es Industria (83,3 %). Del total de cultivos asociados a la vivienda rural el 35,4% corresponde a transitorios solos, el 6,6% a transitorios asociados, el 44,8% a permanentes solos y el 13,3% a permanentes asociados. El 29,5% de los establecimientos se dedican a la industria; el 48,3% a comercio; el 21,4% a servicios y el 0,9% a otra actividad.
En los establecimientos con mayor número (0 a 10 empleos) el Comercio (49,1%) es la actividad más frecuente y en el grupo de 10 a 50 personas la actividad
principal es Industria (83,3 %). Del total de cultivos asociados a la vivienda rural el 35,4% corresponde a transitorios solos, el 6,6% a transitorios asociados, el 44,8% a permanentes solos y el 13,3% a permanentes asociados. El 29,5% de los establecimientos se dedican a la industria; el 48,3% a comercio; el 21,4% a servicios y el 0,9% a otra actividad.
1.2. Construcción de identidades para la paz
Una mirada a las referencias históricas,
de los proceso de pos acuerdo en Colombia nos permite establecer
mecanismos puntuales con resultados
eficientes, generando confianza y seguridad en la comunidad, y restableciendo
el derecho de los ciudadanos, definiendo puntos de encuentro, negociación
de las diferencias; llegar a
acuerdos claros, permite dar continuidad al desarrollo social de los grupos, participación integral de todos, reducir los
cuerpos administrativos y fortaleciendo los cuerpos productivos; coincidiendo
con lo anterior, Chica, (2011), citando a (Bresser, 1998: 32), manifiesta:
También
encontramos la emergencia de nuevos espacios de construcción de opinión pública
que rompen con las formas tradicionales de representación política y debate
público. Hoy los partidos políticos y los parlamentos atraviesan por una crisis
de legitimidad, “sobre todo en sus funciones de agregación de demandas e
intereses. (p.58)
Estas condiciones posibilitaron la
emergencia de actores descontentos, insatisfechos, que hallaron en la acción
armada la oportunidad para exigir al estado
la atención y satisfacción de su
demanda, presionar a los gobiernos hacia una mayor inversión social, mejor presencia de la institucionalidad estatal y participación en diferentes instancias. El postconflicto es la fase que viene después de la firma definitiva
de los acuerdos de paz o en su defecto a
una salida negociada en el cese bilateral del fuego, rendición de algunas de
las partes o por mutuo acuerdo que debe ser construida durante el conflicto y
que supone una recomposición de la sociedad, ésta incluye la desmovilización,
la seguridad ciudadana, la reinserción, el desarrollo de los acuerdos y la
reparación de víctimas. El
pos-acuerdo ha llegado por diferentes vías, ya sea por mutuo acuerdo, por debilitamiento del
enemigo, por decisión unilateral o porque en el caso de Colombia se ha venido
construyendo y llegando a unos acuerdos
parciales que permiten la dejación de armas. Colombia ha tenido muchas
experiencias en estos procesos como lo expresa Santamaría (2015),
haciendo referencia a proceso llevados a cabo en el país posconflicto:
El posconflicto no es nuevo en Colombia ni en
el mundo. En las tres últimas décadas, en los cinco continentes, por acuerdo de
paz negociado entre gobiernos e insurgentes, por intervención de la comunidad
internacional o porque una de las partes en conflicto se impuso, se dieron o
están en curso procesos de posconflicto en varios países. (p.1)
En el anterior proceso realizado con el
grupo M-19, en donde la lucha fue casi
parecida, los actores llegaron a unos
acuerdos, en la medida de sus posibilidades, unos se reintegraron a la vida
civil, hubo participación en elección de cuerpos colegiados, participación
decidida y el compromiso de no reincidir y así ha pasado, el mismo trato tuvo
el EPL y otros grupos armados con los resultados ya conocidos. Lo que se ha
mejorado luego de una firma de diálogos que incluyeron dejación de armas y la reincorporación a la
vida civil. Como uno de los hechos más
relevantes de finales del siglo XX en Colombia, fue la firma de la paz con el M-19, que luego aterrizó en la reforma de
Constitución Nacional de 1991.
Para ir reconociendo el pos acuerdo en
Colombia, se puede identificar algunos conceptos que desde diferentes miradas,
han logrado problematizar y
entender los procesos conflictivos que
marcaron la historia, cambiaron las comunidades
y reinterpretaron los territorios y las
territorialidades en espacio de lucha, de combate, de apego, de construcción
colectiva y de reconstrucción paulatina.
Si bien los conflictos determinan
dominancia, culturalmente cambian los tejidos sociales, producen cierta forma de organización, que hace que las
comunidades, sean más sensibles frente a las problemáticas sociales, puede lograr
mayor participación y mejorar la toma de decisiones; la causas más relevantes del conflicto en
Colombia, ha sido el abandono estatal, la escasa capacidad de atención a las
demandas sociales y el olvido a que están aún sometidos muchos sectores poblacionales
del territorio nacional.
Según Mendoza (2015), citando a Mantilla (2009, p.191) al hacer relación al
conflicto dice:
El conflicto ha sido
explicado desde su rudimento filosófico, hasta llegar incluso, al análisis de
la mutación de actuaciones en un contexto globalizado que ha obligado a sus actores
a modificar las condiciones, los escenarios y otros fenómenos, que han coadyuvado a la
regionalización del conflicto en el país.
El
conflicto hace parte de la misma naturaleza humana, las etapas del desarrollo, la
convivencia social, los avances técnicos y tecnológicos generaron algún tipo de
conflicto y esto generó y genera posibilidades de transformación de las
sociedades locales y globales, el conflicto por si no es una decisión loca y
surgido de la nada, pareciera como una alternativa de los actores, ya sea por
exigir algunos derechos, acceder a mínimos vitales de supervivencia, procesos
de acomodamiento, intereses particulares
y la aceptación no es general; la sociedad exige, protesta y
para el estado se torna en conflicto y su respuesta es reprimir, pero como tal, ha sido la forma más antigua de las
comunidades para reivindicar sus derechos y de hacer eco a su voz, para que
retumbe y sea escuchada y atendida; para el caso que nos convoca, el conflicto interno colombiano, nace de un
inconformismo grupal vigente desde hace más de un siglo, adquiriendo matices
diferentes y complejos, que en el camino se incorporan otros patrones
ideológicos, políticos y económicos, que desvirtuaron las ideologías de las
luchas, y se generalizó el conflicto teniendo una afectación en la gran mayoría
de la población.
Para Valencia, (2007), citado por Mendoza
(2015), ha existido una alianza macabra y maquiavélica entre diferentes actores
sociales, económicos, políticos, para hacer de la violencia, el medio expedito
para alcanzar sus objetivos y limitar el
ejercicio de la sociedad en libertad y
con respeto a la diferencia, en ese sentido el autor comenta:
Entre los años 1999 y
2006, la connivencia entre las dirigencias regionales, el poder político
representado en el Estado, los paramilitares y el narcotráfico, quienes
coincidían en la defensa de intereses particulares contra la posibilidad de paz
entre el Estado-guerrilla, dio paso a la expansión y fortalecimiento del
conflicto colombiano, cambiando el mapa político del país en función de los
objetivos particulares de cada uno (P.191).
Fue así como lograron irrumpir en todos
las instituciones del estado, camuflar la violencia y justificar los actos atroces contra la
sociedad inerme y desamparada, afectar la tranquilidad de las comunidades, generar el desplazamiento y el desarraigo y
adquirió fuerza, en la medida que el
estado dejó a la deriva a las familias y se desentendió de su deber constitucional
de proteger y velar por sus
conciudadanos. Al respecto Mendoza (2015, p.192) agrega:
Los procesos de conflicto en las sociedades se
derivan inicialmente de un estado interno individual que en primer lugar, hace
eco en el estado de la familia, y que por lo tanto, si no se cuenta con
herramientas psico-sociales que orienten un comportamiento adecuado, las
consecuencias serán expresadas en los diferentes ambientes, esto es, en la
comunidad o sociedad en que ocurra.
El conflicto en Colombia tiene diferentes
connotaciones que debe llevar a entenderse como el cúmulo de circunstancias
individuales, que se reflejan en la poca capacidad de adaptación social de algunos
individuos, la violencia intrafamiliar, el matoneo social, el crimen; Colectivas
(grupos organizados, bandas, pandillas), coyunturales (narcotráfico, desempleo,
) y estructurales (escasa movilidad social, pobreza, abandono estatal), que hacen tambalear la “democracia”, y la
institucionalidad, la gobernabilidad y la gobernanza, además se inserta en los grupos poblacionales
y hacen parte de la democracia representativa y de elección popular, que son producto
de las alianzas perversas que alimentaron el conflicto en nuestro territorio. Como
parte del proceso de interpretación del
conflicto, Osorio (2015) citando a Pérez (2011) dice:
El conflicto armado en Colombia obedece a dinámicas políticas,
económicas y sociales
de carácter estructural, que generan un número significativo de victimas marginadas históricamente por la acción política, la
redistribución de
los recursos económicos y los procesos de integración de las políticas y sociales propuestas por el Estado” (p.260).
Las
dinámicas del conflicto, ha adquirido diferentes matices, que llevaron al
establecimiento de la violencia como parte de la cotidianidad, del quehacer
social e inherente a la misma
convivencia de la naturaleza, es así como el conflicto ha madurado las sociedades
y le ha impregnado la tolerancia, el respeto y a la vez vuelve compleja la misma a
administración, pero al mismo tiempo ha transgredido sus derechos, ha
disminuido su capacidad de acción y les ha propuesto otros caminos no
deliberados y discutidos.
Para ir desescalando el conflicto es importante
conocer ojalá la verdad, por lo menos las circunstancias que rodearon y
alimentaron los conflictos en los departamentos y los municipios del país, será
una de las maneras de ir sanando y cerrando heridas en las víctimas, de lo contrario
se genera el ambiente de desconfianza, escasa participación y la incertidumbre
respecto a la reparación de las víctimas, como lo afirma Osorio (2015),
respecto al conocimiento de la verdad por parte de los grupos paramilitares:
Muchos de los paramilitares
oriundos del municipio nunca contaron la verdad sobre qué sucedió con
desaparecidos y asesinados en extrañas circunstancias.
De hecho, durante la
recolección de información para el desarrollo de esta ponencia se encontró que
primero, la gente conoce superficialmente los hechos; segundo, que casi todo
los testimonios han sido transmitidos de forma oral, pues casi nadie se atrevía
(o más bien no se atreven) a plasmar sus historias por temor a represalias;
tercero, que existe muy poca información en los medios de comunicación de
prensa y televisión, así como en los informes de la administración municipal y
la departamental. (p.266).
Las
primeras acciones para construir confianza en
el acuerdo es que los actores confiesen la verdad, recreen los
antecedentes, los hechos, los autores; así será posible que las comunidades
afectadas queden más tranquilas respecto
a la realidad de lo que pasó, la pérdida de sus seres queridos, bienes materiales,
redes familiares y sociales; será un proceso difícil, porque muchos han muerto,
otros no están interesados en decir la verdad y para la gran mayoría no les
conviene, por lo tanto la reconstrucción de la historia, estará marcada por
espacios en blanco, tal vez nunca se sepa que pasó y la
posibilidad hacer duelo, cerrar heridas y olvidar ….o al contrario para
alimentar otro conflicto.
Para
continuar hablando del conflicto en Colombia es menester interpretar desde una
manera holística como se fraguaron y se imbricaron las diferentes oleadas de
violencia que marcaron y aún marcan el devenir pasado-presente y presente-
presente en la vida cotidiana nacional, entender que no ha sido producto del
azar, tampoco el proceder de organizaciones campesinas desesperadas que
convergieron en acciones violentas, para sumir a la sociedad en un túnel con
poca salida, sino más bien la dirigencia miope, desarticulada que logró
establecer el miedo como estrategia para encerrar la débil democracia y la poca
posibilidad de cambio que había tejido la sociedad con su prematura
organización.
La
multicausalidad del conflicto sostenido por el miedo y la miseria, para que la
violencia galope y se afinque en medio de la riqueza del territorio nacional,
en donde perviven comunidades humildes, que dependen de sus brazos y las únicas armas son sus herramientas con
que desafían las montañas para doblegarlas y allí establecer pequeños surcos y arados, para el sustento
familiar; por otro lado la avaricia, el terror, las metrallas que en busca del
desarrollo y el crecimiento, invadieron aquellas moradas , es así como Uribe
(2015), citando a Pinto (2008) interpreta las causas del conflicto en Colombia:
Aunque
la pobreza o la desigualdad no son condiciones necesarias ni suficientes –por
si solas- para la existencia y la persistencia de una guerra interna, ciertos
desequilibrios y conflictos sociales característicos de los estilos de
desarrollo (Pinto, 2008) de las comunidades políticas escindidas por la guerra,
pueden contribuir al inicio y prolongación de dicha escisión. En el caso
colombiano, dos procesos relacionados con el estilo de desarrollo no sólo han
contribuido a la prolongación de la guerra sino que también, aumentan el riesgo
de una transición hacia un eventual post-acuerdo violento. Por un lado, la
forma como ciertos conflictos sociales –particularmente los conflictos por la
tierra- se han deslizado históricamente hacia su expresión armada o han sido
colonizados por ésta. De otro, el papel que un estilo de desarrollo basado en
procesos regionales de acumulación excluyente (en torno a bonanzas de bienes
primarios en la periferia), ha desempeñado en la provisión de oportunidades
sociales, geográficas y demográficas para la expansión y reproducción de grupos
armados. (p.2)
No
en vano el conflicto se hizo más fuerte
en aquellos sectores de la gran ganadería espacios con las mejores tierras para
la agricultura y que hoy están dedicadas
a la ganadería extensiva, con poca rentabilidad, suelos llenos de riqueza
minera y petrolera, que a través de la
violencia arrinconaron a los campesinos
minifundistas que laboraban con sus
menguados proceso artesanales para la supervivencia, hacia la cumbre y las
pendientes, ampliando la frontera
agrícola y disminuyendo los espacios de
protección, disminuyendo la oferta hídrica y afectando los recursos, ya que sus
pequeñas extensiones no dan margen de destinar
área para el de cuidado ambiental y a otros forzados al desplazamiento y
desarraigo rural.
Las realidades vivenciadas por los
campesinos frente a un proceso de acuerdo
entre los actores del conflicto, debe entregar
a las regiones y municipios herramientas capaces de hacer frente al reto
de controlar a quienes se desarmaron, de mejorar condiciones a las víctimas
para fortalecer la participación, generar capacidades e infraestructura que promueva el bienestar
colectivo y que el orden territorial tenga la autonomía suficiente para
emprender este camino frágil y repleto de inconsistencias, de lo contrario
seguiremos con las mismas realidades pensadas desde el centro , para lo cual Uribe
(2015, p.12), citando a Gutiérrez (2010), afirma
El acento marcadamente
municipalista de la descentralización, en lugar de contribuir al aumento de la
capacidad, lo diluyó en aparatos administrativos incapaces de arbitrar los conflictos
y resolver los problemas asociados a la provisión de bienes públicos en las
escalas apropiadas. Un poder diluido incapaz de regular los procesos sociales y
económicos en el territorio y convertido en botín de caza e instrumento de
apalancamiento político de las élites locales armadas y no armadas.
Este proceso hacia el posconflicto debe
ser más incluyente, más participativo para
los entes territoriales y tener la robustez suficiente que conduzca a disminuir
las asimetrías regionales, brindar que los entes territoriales capacidades
para aterrizar el pos acuerdo de acuerdo a los requerimientos y complejidades
de sus comunidades. Ostrom (2009) citado por Uribe (2015, P.13) afirma, “para pensar
la conexión entre infraestructuras de paz y ordenamiento territorial en
Colombia, es necesario acudir al concepto de policentricidad para repensar al
Estado. En otras palabras, se requiere de un ordenamiento territorial que
conduzca a un Estado policéntrico” (Ostrom, 2009), Por lo tanto habrá que
repensar los territorios no como simple
espacios proveedores de condiciones sociales, económicas, políticas,
culturales, y desligarlo del panorama nacional, sino como escenarios para aunar
esfuerzos interterritoriales, que conlleve a soluciones prácticas y donde su problemática esté pensada desde lo global con acciones locales
y viceversa. Por eso como lo plantea Uribe (2015, P.7), hay que repensar los
escollos que llevaron a los conflictos a su expansión y sometimiento comunitario,
moldear y modelar aspectos relevantes e
importantes en el desarrollo de las comunidades para que las negociaciones
proyecten los cambios a largo plazo y dice:
La transformación de
los conflictos corresponde a una perspectiva que va más allá de su mera resolución.
No se trata simplemente de resolver el tema específico que genera la disputa en
cada situación concreta, ni tampoco de restablecer las relaciones entre los
contradictores por más significativo que esto sea sino, de modificar las
características del contexto (sistema) en el que surge la disputa como síntoma
de una más honda fractura social.
Esta condición es inherente a la
construcción de las territorialidades y consecuencia directa para que los
territorios se modifiquen, se reconstruyan, allí donde
los actores se mudaron, emigraron y hacer que quienes llegaron dinamicen los contextos actuales. Los territorios son
espacios construidos paulatinamente mediante
procesos compartidos, donde se
conjugan las culturas, las experiencias, las propuestas, se ponen en escena las
vivencias que se tramaron con el discurrir de los tiempos.
Cuando sucede un desplazamiento, no solo
se van las familias, se van además las construcciones, sus tejidos, sus
anhelos, sus experiencias, sus redes y sus territorialidades, que migran hacia otros
posibles espacios o tal vez se pierden en el enigma de la desilusión, se
pierde la fuerza potenciadora que constituye buena parte del estado y el
gobierno. Esto pone en evidencia el deslinde que conforma el territorio
cuando se altera bruscamente.
Para Fals
Borda (1999, p.84), citado por Uribe (2015, p.13) , cuando se
refiere al territorio se “trata del manejo político administrativo de los
conjuntos humanos que ocupan espacios geográficos concretos, donde las
comunidades ejercen funciones sociales ligadas a la economía, la cultura y el
medioambiente”, la funcionalidad del territorio adquiere dinamismo cuando se
altera por el hombre.
Así mismo Uribe(2015) al interpretar la
importancia de la planeación como la esencia en la redefinición de un nuevo
concepto del territorio, ya que este espacio será fundamental en el pos acuerdo,
no hay que olvidar que los territorios fueron transformados, destruidos,
construidos y reconstruidos, modificando su esencia, lo cual en este proceso
irá acomodándose una nueva vivencia, lo que debe facilitar otras visiones,
nuevas comunidades lo tejerán, lucharán en medio del dolor o del olvido,
entonces invita hilar retazos de la cultura
desterritorializada y agrega: “ La planeación no es un fin en sí misma, sino un
instrumento para la construcción de proyectos colectivos de sociedad; por lo
tanto, juega un papel fundamental para concretar la dimensión territorial del
desarrollo a través de acciones específicas (p.15).
Será fundamental que el estado fortalezca
las regiones, brinde garantías suficientes para un proceso que si bien no es
nuevo en Colombia, tiene la trascendencia de ser con el actor más legendario en
librar un conflicto en el país, hoy, cuando las condiciones son más complejas, en la medida que se tiene antecedentes no muy agradables para
un grupo desmovilizado, es necesario catalizar las fuerzas hacia un cambio de
rumbo del todos los sectores, de lo contrario es conducir hacia el abismo; en
este sentido Uribe (2015, p.15) citando (Malone y Nitzschke, 2009), dice:
Un Estado capaz en las
regiones es condición necesaria para la construcción de paz siempre que ese
Estado pueda: i) gestionar en forma adecuada las políticas de desarrollo
socioeconómico, ii) evitar la corrupción y el particularismo en la provisión de
bienes públicos y meritorios y iii) contener la acumulación de fuertes
desventajas por parte de ciertos grupos poblacionales.
Estas condiciones son a la postre
los fundamentos estructurales de sociedades más equitativas y justas, que si
bien no será posible que todos tengan igualdad de recursos, si es posible tener
una vida digna y con tranquilidad en
medio de la humildad. En estos contextos es menester que el estado provea y oferte los servicios requeridos para una
vida digna, que garantice los mínimos para que la población logre una
pervivencia con tranquilidad y logre una desarrollo autónomo, participativo y
productivo, es decir como decía Sen
(2009), citado por Uribe, “No podemos esperar hasta delinear o construir una
sociedad perfectamente justa para encarar y resolver las reivindicaciones más
apremiantes. Pero tampoco hay que ignorar las estructuras en las que los
agentes en conflicto están insertos” (p.3).
Es necesario hacer más visibles las
necesidades de las comunidades, interpretar las poblaciones como un proceso
intercultural, poli céntrico, holístico, en donde confluyan diferentes
intereses y converjan posibilidades, donde se de – construye una nueva sociedad,
que emerge y se entreteje con sus
diferencias, pero también con sus consensos y acuerdos, para lograr lo que
Lederach (2012), citado por Uribe lo considera como infraestructuras para la
paz y dice al respecto, “se trata de un concepto que informa acerca de las
capacidades estratégicas para la construcción de paz en la medida en que relaciona
–a través de diversos mecanismos- procesos de negociación política con la participación
de las comunidades locales”(p.7), buscando cerrar brechas, lograr la movilidad
social para la construcción de escenarios
dotados de instrumentos para la participación efectiva, la modelación
del territorio, la búsqueda de alternativas desde la misma comunidad y
posibilitar una territorialidad basada en la confianza y el entendimiento.
Si se revisa el tema del postconflicto, no
solo se trata de regresar las cosas a la institucionalidad y generar paz en el territorio nacional, sino además
de la recuperación del componente social que deja la actividad del enfrentamiento
y en especial, la resocialización de
quienes abandonan las armas, como conciliar esta visión con el trabajo de las
comunidades receptoras; según (Chica, 2011, p.59) con respecto a la Nueva
Gestión Pública: “La NGP parece apoyar un argumento de tipo individualista, que
pregona por una autodeterminación, solo posible, en la medida que se faculta al
ser humano para que sea dueño de sus propios objetivos, sin interferencia de
ninguna acción o institución”. Analizar este tema es muy complejo, debido a los
innumerables factores que lo condicionan, lo cual obliga a abordarlo con la
mayor seriedad y responsabilidad, respetando todos los puntos. Hablar del
postconflicto en Colombia es una tarea muy compleja, en la medida que se
requiere transitar por varios caminos y
espacios que provocan un análisis detenido y concienzudo, que logre incorporar
los elementos que integren las
realidades sociales generadoras de caos que involucran muchos actores en conflicto.
Se necesita oportunidades para quienes
se reinserten a la sociedad, garantías
para quienes desean regresar y recuperar parte de lo perdido, devolver bienes arrebatados a los desplazados, generar
oportunidades de empleo digno, educar, formar a los reinsertados; brindar todo aquello que los gobiernos pueden para
ofrecer a las gentes más necesitadas
para el mejoramiento de las condiciones de vida, esto obliga pensar en aquellos que se involucraron voluntariamente y los que
fueron obligados a hacerlo.
El Gobierno Colombiano, la sociedad civil,
las empresas privadas, deben emprender caminos de transformación del conflicto armado
en esperanza y paz, a pesar de las adversidades y fracasos en procesos de paz
anteriores, el país nunca ha perdido la esperanza de lograr una salida
negociada al conflicto. El tema de la
paz en Colombia, a través del tiempo, ha generado diversos caminos para
terminar el conflicto, cada gobierno ha
intentado implementar sus propias estrategias, le han apostado a conseguir la paz por
diferentes vías, al considerar momentos y espacios para dirimir los hechos violentos en el país, sin embargo, los grupos
armados pocas veces han valorado significativa y decididamente, sentarse en la
mesa con transparencia y decisión, a fin de encontrar los caminos viables hacia
la disminución de los hechos violentos. En este sentido Combita Reina et al
(2013), hace referencia de los distintos elementos que incluye un proceso de paz
y afirma:
Es importante además, dejar claro que para
hablar sobre procesos de paz es necesario relacionarlo con el enfoque de
derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario, puesto que estos son
normativas, que indican un protocolo la
hora de restituir los derechos de las víctimas el conflicto armado y resarcir
los daños ocasionados integralmente durante el conflicto y el estado actuar
como garante para intervenir de forma consecuente y equitativa con sus
estrategias de diálogo. (p. 36, 37)
En cuanto a los programas de (procesos de
desarme, desmovilización y reintegración de excombatientes) DDR, el gobierno deberá mejorar y fortalecer el programa de
reinserción, ya que es la base para proyectos de vida autónomos, sensibilizados hacia una sociedad
participativa. El acompañamiento
permanente, autonomía en la planeación de los territorios, reintegración con revisión desde la sociedad, coadyuvar a la movilidad social
y lograr la disminución en los índices
de pobreza, son temas que ayudarán a la reconciliación, perdón y olvido de los actos
cometidos por desmovilizados, la
sociedad civil debe estar sensibilizada para recibir, acoger, integrar y hacerlos
parte de la construcción social,
sensibilizar a las empresas privadas y públicas para el otorgamiento del el
apoyo empresarial para el recibimiento de los excombatientes a la vida laboral.
Es evidente que sin una clara intervención
del Estado, como de la sociedad civil,
donde se establezca los caminos, métodos y estrategias, que de la mano con la movilización y participación
nacional e internacional, dinamicen los planes, programas y proyectos que
incluyan y mejoren las condiciones de bienestar, será poco viable el camino
hacia la paz; así se logra un proceso
postconflicto que involucre aspectos integrales hacia un cambio paulatino y la incorporación a la vida comunitaria y en
concordancia el mejoramiento de la calidad de vida de las poblaciones
vulnerables. Contemplar el conflicto y el posconflicto en toda su integralidad,
permite el visibilizar el problema en
todas sus dimensiones y así mismo, redefinir los caminos y estrategias
para las soluciones, de lo contrario Colombia
no está, ni estará preparada para asumir un posconflicto, y en cambio sí
seguiremos inmersos en medio del caos, la guerra, los muertos y la inequidad. Para la Universidad de rosario, en Experimentos Reconciliación y Política en
Colombia, al tratar el tema del posconflicto dice:
Período de tiempo que sigue a la
superación total o parcial de los conflictos armados. Puede entenderse como un
concepto de un único atributo: la reducción del número de homicidios
relacionados con el conflicto por debajo de un umbral determinado, que le
otorga o le niega el estatus de conflicto activo. (Universidad del rosario en
línea).
Es fundamental considerar los momentos que
prosiguen después de una firma de acuerdos entre actores involucrados no
necesariamente, ni obligatoriamente llegan rodeados de tranquilidad y la
disminución de los hechos que involucran las acciones de enfrentamiento, ya que el caso de Colombia
, las complejidades de los actores vinculados en el conflicto son muchos y
diversos, diferente a lo que sucedía en otras regiones y países, en donde se
identificaba un actor que se encontraba
en disputa con el estado, lo cual facilitaba una tregua y una apuesta para
mejorar las condiciones para una sana convivencia.
De igual manera, la revista de la
universidad del rosario citando a Ugarriza (2013), dice “No puede haber
construcción de paz en medio del cruce del fuego entre actores. Pero sí podría
hablarse de construcción de paz en zonas y espacios que no estén en medio de
las hostilidades”. La paz es posible construirla en la medida que los actores
en conflicto cesen las acciones bélicas, cuando son capaces de hallar mínimos
acuerdos que posibiliten encuentros y permitan afrontar las causas que incitan
a la violencia.
Al citar la misma revista a los autores, hacen hincapié en la necesidad
de fortalecer los procesos de manera que se vincule a las víctimas y a quienes
han sido afectados por los episodios violentos en el país, afirman:
El fortalecimiento
y la solidificación de la paz para evitar una recaída en el conflicto. Es un
concepto inferior en extensión a “postconflicto” y abarca un mayor número de
atributos, tales como el DDR (procesos de desarme, desmovilización y
reintegración de excombatientes), la reconciliación, la atención a población
vulnerable, la construcción de memoria y verdad, la justicia transicional y la
reparación, la prevención de la violencia y el crimen, la reforma de las
Fuerzas Armadas y de Policía, la reconstrucción y el desarrollo económico, la
estabilización política y la participación del sector privado, la sociedad
civil y la comunidad internacional en todos ellos (Galtung 1975; Boutros-Ghali
1992; Chetail 2009; Rettberg 2003 y 2012).
Generar condiciones que acerquen a los actores armados ilegales
hacia la civilidad, debe contener elementos que nutran el sistema y el aparato estatal, con políticas claras,
precisas y coherentes, vincular al sector privado, para que como víctima del
mismo conflicto y a veces como victimario, aporte con otras medidas que apalanquen el esfuerzo del estado en
mejorar las condiciones de seguridad y generación de empleo, así lo deja
entrever Rettberg, A. (2008) “Uno
de los argumentos que se esbozan para atraer al sector privado como socio de la
construcción de paz tiene que ver con su desempeño económico y cómo es afectado
por las condiciones de conflicto armado interno”. (p. 5), como aportante
fundamental en una nueva consolidación
de un entramado social más equitativo.
2.
Objetivo de la
monografía
2.1 Objetivo general:
Caracterizar y
resignificar los impactos del conflicto armado en el municipio de Filadelfia,
como una a puesta para la reparación integral de las víctimas en el posacuerdo.
2.2
Objetivos específicos:
-
Enmarcar
los procesos conflictivos que han sucedido en
Colombia y sus afectaciones en las territorialidades.
-
Caracterizar y resignificar el conflicto local del
municipio de Filadelfia y su desarrollo en los territorios.
-
Indagar
y contextualizar las consecuencias del
conflicto interno con familias afectadas
y su aporte al pos acuerdo desde lo local.
-
Visibilizar
el conflicto local del municipio de filadelfia, reconstruir su historia como elemento
fundante para la reparación integral.
3.
Aspectos Metodológicos.
3.1 Diseño analítico
La presente trabajo es de corte
cualitativo, narrativo y analítico ya que se describen los diferentes
contextos como se ha desarrollado en conflicto en Colombia, tomando como puntos
de partida los diferentes trabajos que relacionan los proceso, evoluciones y
complejidades del mismo, además se relacionara
y se vivencia los instantes o tal
vez largos periodos de angustia y zozobra de las familias afectadas, se da
fortaleza a la narración de los hechos, las dificultades y como se abordó el
conflicto desde el territorio. Reconocer aquellos aspectos sociales
relacionados con el éxodo de familias, desplazamiento forzado, presencia de
actores armados que dificultan la permanencia de familias en el sector,
alteraciones del orden público, descomposición de las familias, violencia
intrafamiliar.
3.2 Diseño Narrativo:
A partir de las visitas de campo realizadas,
se escucharon las historias de personas que vivieron y sufrieron directamente, el tránsito de la
violencia en el municipio de Filadelfia
en dos momentos principalmente; uno de ellos el conocido como violencia
bipartidista, sucedida en el territorio local entre a mediados del siglo pasado y otras voces de
personas que padecieron el conflicto armado como tal con la presencia de grupos
insurgentes o grupos al margen de la ley.
3.3 Momentos o etapas
El proceso se adelantó en diferentes
etapas, en donde se pudieran encontrar todos los elementos necesarios para
documentar el trabajo monográfico.
Momento
uno: En una etapa inicial se hizo las indagaciones bibliográficas para
establecer y comprender como se
desarrolla el conflicto en Colombia, inicios, actores involucrados, el papel
del estado, el papel delos gremios y el costo social para quienes son víctimas
de todos los bandos.
Momento
dos: resignificar el proceso del conflicto armada en el municipio de Filadelfia
caldas, sus emergencias, quienes se involucraron, víctimas de delincuencia
organizada, actores armados identificados.
Momento tres: reconocer
y escuchar a las víctimas de los diferentes grupos armados, afectación de su
tejido social, pérdida del patrimonio, afectación de las redes sociales y
familiares.
3.4 Sujetos de la
investigación monográfica
Habitantes del
municipio de Filadelfia afectados por las acciones de los grupos armadas,
ciudadanos observadores y otros personajes involucrados.
3.5 Técnicas
e instrumentos
-
Indagación bibliográfica realizada a
través de la web y en consulta directa de textos utilizando fichas RAE
-
Indagaciones de información secundaría
bibliográficas.
-
Entrevistas
-
Trabajo de campo, se visitó a personas
afectadas por la violencia en el municipio de Filadelfia, las cuales, a pesar
de la incursión armada, no salieron del municipio y otras que volvieron con el pasar de los años; esto se hizo con el
fin de recrear los momentos de territorio instaurados por los conflictos
armadas.
4. Cronograma de actividades.
ACTIVIDADES
|
FEBRERO
|
MARZO
|
ABRIL
|
MAYO
|
|||||||||||||
1
|
2
|
3
|
4
|
1
|
2
|
3
|
4
|
1
|
2
|
3
|
4
|
1
|
2
|
3
|
4
|
||
SOCIALIZACION DE LA
MONOGRAFIA
|
|||||||||||||||||
RASTREO DE BASES DE
DATOS, ACESO LIBRE REDALYC, SCIELO,GOOGLE ACADEMICO, OTROS
|
|||||||||||||||||
REVISIÓN DE TEXTOS,
LIBROS, REVISTAS, TRABAJO DE GRADO
|
|||||||||||||||||
ORGANIZACIÓN DEL
ESTADO DEL ARTE
|
|||||||||||||||||
(ANTECEDENTES
|
|||||||||||||||||
ENTREGA DE PRIMER
INFORME
|
|||||||||||||||||
REVISION
PERSPECTIVA TEORICA
|
|||||||||||||||||
ENTREGA DE SEGUNDO
INFORME
|
|||||||||||||||||
REVISION DE LA
METODOLOGIA
|
|||||||||||||||||
PRESENTACION DE
RESULTADOS Y
|
|||||||||||||||||
CONCLUSIONES
|
|||||||||||||||||
PRESENTACION DEL
INFORME FINAL
|
5. Resultados de la monografía.
Para contextualizar la problemática del
conflicto en el municipio de filadelfia y la incidencia en las comunidades
rurales y urbanas, se abordan algunas familias que fueron impactadas por la
presencia de los grupos armados, que en el mejor de los casos solicitaban el
permiso para permanecer cerca de las
viviendas poniendo en riesgo las familias y sembrando el terror y miedo en los
miembros de las familias.
Se dialogó con Morelia, residente en la vereda Piedras Blancas,
quien comenta que los guerrilleros llegaban en las horas de tarde o al iniciar
la noche, en grupos numerosos y hablaba con mi papá y le decía que tranquilo
que no iba a pasar nada, que no tuviera miedo, que le regalaran comida y que le
permitiera quedarse en la ramada o molienda, para ellos pasar la noche y al
otro día se madrugaban y mi papa por miedo decía que si… al otro día no quedaba
ni rastro de ellos.. Entonces mi papá me dijo que mejor me viviera para el
pueblo porque eso por allá se estaba poniendo muy maluco.
Otro de los relatos de quién
llamaremos “Doña Blanca” de
la vereda la mediación, relata cómo le asesinaron a su esposo aquel día que
unos hombres llegaron como a las cinco de la mañana, hasta mi casa y llamaron a
mi esposo que saliera y que si salía tumbaban la puerta y nos mataban a todos,
en toces mi esposo salió y sin mediar palabra le pegaron un tiro en el
pecho y como mi esposo no cayó le dieron
otro tiro en la cabeza…..yo quise salir
a pedir ayuda y me dijeron que no me moviera de ahí, que ellos regresaban y me mataban a mí y a mi familia, yo estaba
con mis cuatro hijos todos menores de edad, mi esposo se murió en ms manos y no
pude hacer nada y agrega la señora y algunos vecinos de la vereda, que desde
hacía días se conocía un alista en donde
estaban los que iban a matar, que muchos sabían, pero nadie creyó que iba a
pasar esas cosas en una vereda tan sana.
Uno de los relatos más conmovedores fue el narrado
por un joven, que llamaremos “Roberto”, cuenta
que ellos vivían en una vereda del municipio de Filadelfia, con mis seis
hermanos, mi mamá y mi papá, se escuchaban y se comentaba en la vereda que
habían grupos armados, vestidos con prendas camufladas, que hacían presencia en
las fincas ganaderas y también un día requisaron todas las casa de la vereda y
se llevaron el dinero y las escopetas que los adultos tenían para defensa y
cuidado de la finca, pero parecía como normal, nadie decía nada, tampoco el
ejército, ni la policía, se daban por enterados, ni la personería, ni el
alcalde nadie…… un día llegaron hasta mi casa y preguntaron por mi papa que
para que les mostrara una finca, mi papá salió y más debajo de mi casa como a
una cuadra le pegaron dos tiros, mis tíos lo recogieron y lo llevaron para el
hospital ye en el camino murió….. Fue muy duro, nos quedamos un tiempo,
viviendo allá mismo y luego nos fuimos, para otro municipio, dejamos la casa,
los abuelos, los amigos y la infancia, porque ya no es lo mismo sin mi papá……
Esta es la historia de quienes perdieron a
uno o varios de sus seres queridos, quienes fueron amenazados y asesinados , que trajo con ello el
desplazamiento de muchas familias, abandono de parcelas, fincas y negocios,
otros fueron desaparecidos sin que hasta hoy se sepa dónde están, que les pasó
o quienes lo mataron, como lo cuenta “Julia”,
nosotros vivíamos en una finca ganadera, mi esposo ordeñaba en la mañana las
vacas y luego se iba para el corte, es decir a rozar, se comentaba que habían
venido a preguntar por el patrón, que necesitaban hablar con él, que ellos volverían a la finca…mi esposo
llamó al patrón y le dijo que lo habían
preguntado unos señores y que lo necesitaban… el patrón no volvió a la finca,
luego atacaron una de sus fincas que se llama Aguabonita. Y mataron como a
cuatro personas…. Fue una tragedia…. un día mi esposo salió una mañana a
trabajar, se llevó un macheta para rozar y un porrón con aguapanela, me dijo que
a medio día venía a almorzar y hasta ese día lo vi… nunca más supe de él, de lo
que pasó, no lo encontramos ni vivo n muerto, eso hace como 13 años y me quede
sola con mis tres hijos a la deriva…
Las consecuencias y secuelas dejadas por
el conflicto armado en las familias
rurales, ha sido y aún es muy complejo; las fracturas sociales, las pérdidas de
familiares, el desplazamiento, la desintegración familiar, la pérdida de las
riquezas, parcelas, cultivos, enseres y todo aquello unido a la cultura
familiar y comunitaria, hacen del pos acuerdo una esperanza para el inicio de
una construcción del tejido social y
familiar.
El trabajo realidad, reconstruye una etapa
difícil para el municipio y en especial para las familias afectadas
directamente y se pretende visibilizar cual debe ser el papel de las políticas
públicas en la recuperación de las
familias, el conocimiento de la verdad y el resarcimiento de los derechos
vulnerados, a partir de la fractura familiar y social por la llegada del
conflicto en el municipio.
5.1 Entrevista personal
a lider de la comunidad
Lo que nos debe llevar a enfocarnos más en el tema del posconflicto y
plantear aspectos tan importantes tales como:
Ø Hacer
políticas que eviten la corrupción.
Ø La Verdad,
Justicia y Reparación a las víctimas del conflicto armado y la violencia.
Ø Una política
de Derechos Humanos.
Ø Un acuerdo
nacional sobre política de defensa y seguridad.
Ø El
desarrollo rural.
Ø El Desarme,
la Desmovilización y la Reincorporación
Ø Un país con
mejoramiento en programas y atención de la salud.
Ø Con
proyectos agrícolas, caracterizados por ser productivos y sostenibles.
Ø Con
industrialización.
Ø Fortalecido
en el sistema Judicial.
5.2 Desarrollo del conflicto armado en
filadelfia.
Los conflictos sociales han estado
presente desde el inicio de las comunidades, la puesta en común no es sencilla,
llegar a acuerdos y el diálogo, han sido la excepción en la construcción del
tejido social; y en la medida que aumenta la población, aumenta las tensiones,
se viola el espacio del otro, siempre han existido motivos para establecer
pugnas, desencuentros y litigios entre comunidades y familias. La violencia ha
emergido desde la concepción del ser humano, lo acompaña, lo liga a la sociedad
y permite además encontrar caminos para
en entendimiento.
Hablando con una persona bastante mayor y
quien desde muy temprana edad ha estado vinculado al municipio de Filadelfia y
que para nuestro trabajo se llamará “Rogelio”, en la actualidad tiene 85 años y relata
cómo se vivía la época de la violencia cuando los liberales y conservadores se
enfrentaban, “mejor se mataban” , cuenta que venían del municipios del valle a
matar a los liberales porque los consideraban guerrilleros y libertinos, y
entonces enumera familias que fueron desplazadas por considerarse liberal o
conservador, muchos fueron muertos… todos los miembros de la familia, perdían
sus pertenencias o las vendían muy baratas, además que muchos formaban
pandillas para atacar a familias enteras, por su filiación política y en
filadelfia y Samaria han cargado con ese estigma de ser sectores violentos.
El conflicto tiene sus antecedentes
históricos el conocido como la violencia en donde se enfrentaron liberales y conservadores
de la base, pero las élites seguían con buenas relaciones, lo que llevó a enfrentamientos en cabeceras municipales y
veredas, dejando como resultado más de doscientas mil muertes, como se
relacionó anteriormente.
El Conflicto interno que vive el país
se desarrolla desde la década de los años 60. Los
principales actores involucrados han sido el Estado colombiano, las guerrillas
de extrema izquierda y los grupos autodefensa campesinas que según las
informaciones se armaron para proteger sus propiedades y hacer frente a las
extorsiones por parte de los grupos guerrilleros.
El
conflicto se ha desarrollado en diferentes etapas inicialmente los guerrilleros
extorsionaban, secuestraban y exigían vacunas a los terratenientes para su financiación
e incorporación a nuevos miembros a sus filas, posteriormente con el incremento
de los cultivos ilícitos entraron en el negocio auspiciando los cultivos,
protegiéndolos y de ahí los cultivadores daban una cuota por dejar producir,
transportar y comercializar los ilícitos, finalmente entraron al negocio del
narcotráfico controlando rutas, transformando y comercializando la cocaína, la
cual les servía para proveer armas y la manutención de sus frentes, esto en el
caso de las guerrillas, caso muy parecido les paso a las autodefensas, quienes
eran auspiciados por narcotraficantes para que les cuidara sus bienes y fincas, les cuidara sus rutas y el menudeo de
los ilícitos, hasta convertirse en los dueños de las rutas, el mercadeo y el
control de toda la cadena. Todo este proceso tuvo épocas de mucha zozobra e
instantes oscuros para todas las
instituciones, ya que muchas fueron permeadas por el accionar de estos
grupos.
Las causas para que se desarrollara el
conflicto armado colombiano se centran en una amalgama de elementos entre los
que cabe destacar la debilidad del Estado, el conflicto por la posesión de la
tierra, la existencia de marcadas diferencias económicas, o los obstáculos para
la creación de una identidad nacional. También destaca la permanencia de
guerrillas de orientación comunista y la existencia de una industria del
narcotráfico que se ha introducido en todos los sectores de la sociedad y del
Estado.
El municipio de Filadelfia no ha sido
ajeno a la presencia de estos grupos al margen de la Ley, donde se tiene
conocimiento que desde hace muchos años el Frente 47 de las FARC utiliza como
corredor obligado al Corregimiento del Pintado ubicado al occidente del
Municipio de Filadelfia; en el año 2007 el mismo frente 47 de las FARC realizó
una asalto a la Finca Aguabonita ubicada en el Corregimiento del Verso; entre los años 1996 y 2004 el grupo
delincuencial sembró el terror en esta
Localidad; y durante los años 2006 y 2011 hizo presencia en la zona norte del
departamento de Caldas, incluido el Municipio de Filadelfia, el grupo de las autodefensas
“CACIQUE PITINTA”. Para Muñoz, (2014,
p.289) citando a la vicepresidencia de
la Republica, cuando hace referencia a surgimiento del cacique Pipintá dice:
Los orígenes del
Frente Cacique Pipintá, zonas de operación y campos estratégicos de su
accionar, son descritos por la Vicepresidencia de la República, que lo
caracteriza como una «agrupación cuya naturaleza está muy asociada al
narcotráfico, que sin embargo ha tratado de incidir en la política regional y
local, particularmente en el norte del departamento, especialmente en Aguadas»
(Vicepresidencia de la República, 2006: 8)
Los grupos
guerrilleros como las FARC y ELN, adoptaron políticas de destrucción de la
infraestructura económica que sirve al gobierno y a los intereses de multinacionales.
Desde 1984, la destrucción de oleoductos petroleros, es la táctica que más han
utilizado las guerrillas. Dichos derrames de petróleo han causado la
contaminación de suelos, cuencas hidrográficas y el deteriorado de diversos
ecosistemas. Se ubicaron en sitios estratégicos en donde pudieran controlar
rutas, caminos, sectores mineros, petroleros, ubicación de grandes
multinacionales, que fueran frentes económicos para la manutención de sus
grupos armados, para Para Muñoz, (2014, p.286) citando a Borja, al considerar que los grupos al margen
de la ley escogieron territorios estratégicos
para su accionar y dice:
…la región
constituye un cruce de caminos y un espacio de integración de diversas
regiones. Ahí radica la importancia para la geopolítica de la guerra, pues el
control del Antiguo Caldas permite dominar buena parte del país […] En el
momento en que la guerra se desplaza hacia el Antiguo Caldas, puede afirmarse
desde el punto de vista de la geopolítica de la guerra, que el conflicto está
tocando el pivote geopolítico, el cruce de caminos y de economías desde cuyo
dominio puede generarse el control de la nación» (Borja, 2004: 223).
Con la aparición de miembros del frente
47 de la Farc-ep, liderada por la negra Karina, quienes hacían presencia en el
norte, occidente y oriente de caldas,
registrándose acciones delictivas en los municipios de Salamina, Pacora, La
Merced y filadelfia. El conflicto armado se enmarca en el Municipio de Filadelfia, más específicamente
en la Vereda El Verso, Finca Aguabonita, el corregimiento el Pintado.
Así poco a poco se fue llenando el
municipio de actores armados tanto reconocidos como bandas delincuenciales. El
accionar de la banda de Bocanegra era el boleteo
a propietarios de fincas, el hurto de semovientes y otras actividades
delictivas y quienes no pagaban las extorsiones les mataba el ganado, los
envenenaba o les quemaban las viviendas rurales, estas son las versiones de
habitantes del sector del Corregimiento de Morritos de este Municipio, entre los
años 1996 y 2004. La banda de delincuencial sembró el terror en la comunidad donde
ejercía influencia. Pero no se tiene conocimiento de este tipo de acciones en
nuestro Municipio y las zonas aledañas, ya que estos grupos insurgentes se han
limitado únicamente a un ataque por retaliación a la Finca Aguabonita de un
Ganadero de la región y utilizan como como corredor obligado el
Corregimiento del Pintado del Municipio de Filadelfia Caldas.
En lo relacionado con
el sistema de infraestructura, se puede señalar que a pesar de las voladuras que
los Grupos al margen de la ley están
perpetrando contra los oleoductos transportadores de crudo están afectando
fuentes hídricas, a la vez detienen las tractomulas que lo transportan, derraman sus contenidos en la carretera
afectando las quebradas y los ríos, causando daño a las familias que surten del
preciado líquido; los atentados contra la infraestructura energética impactan
de forma directa la flora y fauna de manera irreparable debido a la exposición
de los componentes que contiene el hidrocarburo, además de dificultar el
desarrollo social y económico de las comunidades, pero la presencia de grupos
al margen de la ley no identificados han sustraído ilegalmente gasolina del
oleoducto que pasa por la Vereda La Palma, lo conllevó al asesinato de uno de
los administradores de estas fincas.
En lo social lo más destacado fue el desplazamiento forzado de las
familias residentes en Filadelfia y Municipios adyacentes, hacia las grandes
ciudades y las cabeceras municipales. En lo relacionado con la afectación de la
calidad de vida de la población en la salud se presentaron en la población
problemas de orden psicológico debido al stress que genera la presencia de
estos grupos al margen de la ley en los habitantes del Municipio de Filadelfia;
en lo laborar influyó en el desplazamiento de los trabajadores de los predios
quienes se fueron a elevar las filas de los desocupados; en cuando a la
recreación los habitantes del Municipio no buscaban los sitios de sano
esparcimiento y recreación, ni sitios nocturnos por temor a la presencia de
estos grupos ilegales, en cuanto a la estética del paisaje se refleja en la
propaganda y arengas que los grupos subversivos pintan en las viviendas, los
árboles y diferentes sitios lo que producen miedo, amedrentamiento zozobra en
los habitantes y visitantes.
Los ingresos de la población se disminuyeron notablemente al producirse
el desplazamiento, venta de fincas, abandono de predios, escasa motivación para
la inversión y quienes podían invertir se alejaron hacia centros urbanos con más seguridad, lo que ha afectado la
calidad de vida de los habitantes; en la infraestructura la destrucción de las
fincas y el abandono de las viviendas son aspectos que generan el deterioro de
las mismas, a la vez el abandono de las vías de acceso por parte de los
gobernantes por temor a la destrucción y a la quema de las maquinarias El comercio se vio afectado en la disminución
de las ventas debido al desplazamiento y
el abandono de las tierras por parte de
los agricultores.
El sector del Corregimiento del Pintado ha
sido corredor obligado del frente 47 de las FARC, aunque la Policía Nacional
hizo presencia en los diferentes hechos de violencia ocurridos en esta localidad,
por versiones tomadas a varios residentes de los sectores afectados, no fue muy
efectiva al momento de controlar estos grupos armados y delincuenciales, por lo
que se afincaron y lograron la
intimidación de la población rural especialmente.
Para
Muñoz (2014 p.294), al citar cifras de la vicepresidencia de la República,
referente a parte de las muertes violentas durante la presencia de grupos
armados dice:
Esta situación de destierro se le debe agregar
el alto número de homicidios: Aguadas fue el municipio más violento del norte
de Caldas entre enero de 2000 y abril de 2006, registrando 45 de las 106
muertes violentas que se presentaron; 21 cerca estuvo Salamina con 33, pero muy
lejos el resto de poblaciones del norte, Aránzazu (11), Filadelfia (8), Pácora
(6) y La Merced (3) (Vicepresidencia de la República, 2006: 29).
Dentro de las acciones legales más
importantes tenemos: la captura en la ciudad de la Virginia Risaralda del líder
de la Banda Bocanegra; la desmovilización del grupo paramilitar Cacique
Pipintá; la entrega alias Karina líder
del Frente 47 de las FARC; y la presencia de la Policía Nacional y de Ejercito
Nacional en las zonas del conflicto. Después de la desmovilización, control y
entrega de los principales líderes de estos movimientos, en especial del Grupo
paramilitar del Cacique Pipintá, algunos mandatarios locales, resultaron
involucrados como presuntos auxiliadores
de grupos al margen de la ley.
Con el propósito de disminuir al accionar
y la presencia de los grupos armados en el municipio se integraron varias estrategias, como una
comunicación e información permanente a
los problemas generados por los grupos al margen de la Ley y delincuencia común
por los diferentes medios hablados y escritos existentes en la región, y
principalmente por el medio de voz a voz.
El financiamiento para combatir estos grupos armados y delincuencia común,
se hizo a través del Gobierno Municipal, Departamental y Nacional y con
recursos del ministerio de la Defensa para el mantenimiento de las tropas del
ejército y la Policía acantonados en Filadelfia durante el conflicto armado.
5.3 Consecuencias del conflicto
armado
El conflicto armada ha echado mano de lo
más valioso de los territorios, su talento humano, la fuerza dinamizadora que
ha logrado sucumbir ante las dificultades, se rompe los tejidos sociales, las
redes de apoyo, la comunidad que con arrojo permaneció unida hasta que la
violencia fue arrebatando uno a uno como
se desgrana una mazorca, impidió reconstruir una sociedad capaz de
luchar contra todos los actos de deslegitimación del estado y sembró tristeza,
olvido e incapacidad. En el caso del municipio de Filadelfia, se afectó el
patrimonio económico, la productividad, aumento el número de familias desplazadas, que emigraron a la ciudad y
abandonaron sus tierras; los predios se desvalorizaron en un 90%; el erario
público tuvo un alto detrimento ya que los propietarios no pudieron pagar
impuestos, el Municipio tuvo que
realizar ajustes presupuestales para el mantenimiento de las tropas del
ejército y la policía que hicieran presencia; el comercio disminuyó sus ventas,
lo mismo que el transporte disminuyó ostensiblemente tanto a nivel
intermunicipal como interveredal. Los cambios de comportamiento en la
población, los habitantes reflejaron la situación del conflicto volviéndose más
agresivos, con demasiado stress y una serie situaciones que alteraron el normal
vivir de los habitantes de esta región.
5.4 Lecciones para aprender
Aunque
la violencia dejo heridas, también hizo brotar la resistencia en las victimas,
como se evidencia con la historia de vida de Ana Felicia Velásquez habitante
del municipio de Mampuján Bolívar, al
conmemorar los diez años de su desplazamiento forzado por las AUC. Las
entidades estatales se han empezado a preocupar por las víctimas haciendo
énfasis en lo físico o material, pero aproximadamente 6 millones de
colombianos, de los cuales una tercera parte son niños, presentan secuelas
síquicas que todavía no se han comenzado a tratar.
Concepto integral de salud que articula
salud física y mental con el mismo peso, toma una relevancia especial en
Colombia. El escenario planteado previamente, las persecuciones, el
confinamiento, las desapariciones, las muertes violentas de personas cercanas y
de familiares dejan su huella en la salud mental. Las secuelas más graves y
frecuentes de la problemática del conflicto en Colombia repercuten
en las comunidades, rompiendo la estabilidad emocional.
Además de las
alteraciones en la conducta habitualmente asociadas con un conflicto armado,
nuestros pacientes muestran con frecuencia problemas de adaptación y un mayor
grado de exposición a otros tipos de violencia (intrafamiliar, sexual o
social), como suele ocurrir en contextos de conflicto armado.
No obstante, la gran mayoría evidencia
alguna forma de dolor que, aunque no sea una enfermedad, si se convierte en un
lastre que no permite una vida normal. De no atenderse oportuna y adecuadamente
se puede llegar a convertir en una enfermedad mental que al poco tiempo se
somatiza en algo físico, como se observa en personas que sufren “penas
morales”, depresión, melancolía:
Terminan desarrollando cáncer, derrames cerebrales, pérdida de peso,
etc.
El ámbito de la acción se desarrolló en el Municipio de Filadelfia
Caldas y en las zonas norte y occidente del Departamento de Caldas. Todas las
fuerzas vivas del Municipio de Filadelfia que se dieron a la tarea de erradicar
estos grupos al margen de la Ley. La
Personería Municipal siempre estuvo al tanto de las diferentes denuncias y de la
protección de los ciudadanos.
5.5 Se evidencia un daño colectivo
Los daños emocionales del conflicto no se
limitan a lo individual y a lo comunitario, se afecta los proceso de liderazgo,
hay limita las comunicaciones, entre
vecinos y amigos. Se teme que se les
titule de “paramilitares o guerrilleros”.
Hasta “por sospecha…” fruto de una mala interpretación, se pueden matar,
desplazar o atemorizar, se afectó el entorno familiar, ya que alguien que no
pueda tratar su propio dolor, mucho menos puede ayudar a tratar el dolor de su
familia. La familia entonces se divide,
sus integrantes se aíslan si viven bajo el mismo techo o simplemente se alejan
de sus familias y de un modo inconsciente replican su problemas con las nuevas
familias formadas. Se cambian los roles en la jefatura de hogar. La impotencia de no poder proveer alimento a
los hijos genera irritabilidad, violencia intrafamiliar y alcoholismo.
Aunque muchos no vivieron directamente los
efectos de la guerra, los expertos no dudan en aceptar que la sociedad se
afectó sustancialmente al exponerse al conflicto a través de los medios de
comunicación. Es así como la guerra trastocó las nociones de justicia,
culpabilidad y legalidad. Algunos incluso creen que las barras bravas, los
asesinatos por celos o el pandillismo son apenas síntomas del malestar social
que ha dejado esta guerra prolongada.
La sanación de las heridas mentales debe
involucrar otras esferas, como la atención integral en salud. Pero también debe
pasar por la Justicia, porque la impunidad deja al agresor en libertad de
seguir amenazando a las víctimas y en esas circunstancias la rabia y el odio
aumentan. Las víctimas necesitan un presente digno, seguro, con garantías de
que podrán trazar un futuro para que puedan por fin dejar de ser víctimas.
También se necesitan espacios de memoria en donde sus conciudadanos vean los
horrores que padecieron. Además, se requiere de todo un esfuerzo, que desde el
sistema educativo, promueva una gran reflexión sobre los valores perdidos y los
que hacen falta para convivir en paz.
5.6 Un daño difícil de medir
El impacto generado por el conflicto
armado colombiano, es imposible de medir, desde un concepto holístico, dada su
complejidad, los actores involucrados, las décadas de violencia que han acompañado la historia del país, la multicausalidad de
los orígenes, crecimientos y desarrollos de los conflictos, y la sombra que
acompaña el desenvolvimiento territorial, hace difícil cuantificar cual ha sido
las pérdidas del país, el atraso económico, el poco avance en el desarrollo y
la movilidad social, la cantidad de recursos monetarios en atención, reparación
y reintegración de las comunidades y familias, pero el daño inmaterial, la
vergüenza local y global de no ser capaz de aterrizar acciones que facilitarán
la incorporación de medidas que disminuyeran los efectos colaterales del
conflicto, la pérdida de vidas humanas, el rompimiento de los tejidos
familiares y comunales, no se reparan nunca, el arraigo y regreso de familias a
las cerca de cuatro millones de hectáreas abandonadas e incorporadas a grandes
latifundios, la disminución en la producción de alimentos, especialmente los pequeños
y medianos propietarios, la disfuncionalidad rural que desvirtuó la cultura
agropecuaria , avocándola a la multiactividad y la multifuncionalidad de la
familia campesina.
Estos son solo unos pocos elementos que se
enlistan para contextualizar la complejidad de la guerra interna, padecida en el país en estás
largas y escabrosas décadas, en donde se
imbricaron los actores mafiosos, políticos, económicos militares y otros
tantos actores, que encontraron en la violencia, el miedo, la tortura y el
terror la forma de callar y minar se zozobra el territorio rural colombiano.
Sumado a lo anterior los desaparecidos,
los secuestrados, los y las violentadas sexualmente, la pérdida valiosa de la Juventud de quienes los
vincularon a la guerra, los casi cinco millones de personas
desplazadas, los territorios improductivos sembrados con minas antipersonas,
los más de 300.000 muertos violentamente, las miles de masacres que enlutaron
no solo a las familias sino además a los territorios, las afectaciones emocionales
y sicológicos: dolor, tristeza, miedo, rabia, ansiedad, impotencia, culpa,
inseguridad, desconfianza, incertidumbre, angustia, temor, silencio,
aislamiento, los daños morales,
políticos y socioculturales, etc.
5.7 Los niños frente al conflicto
Es pertinente reflexionar sobre el grado
de afectación que están teniendo los niños en este país, ocasionados por el
conflicto armada y otros tipos de violencia:
Las principales dimensiones en que la vida
del niño se ve afectada son, entre otras:
·
La
interrupción de sus rutinas habituales. Afecta principalmente a los más
pequeños, genera cierta sensación de inseguridad: el niño no sabe lo que va a
pasar. El hecho de que las cosas dejen
de funcionar como lo hacían habitualmente -el dejar de ir al colegio, por
ejemplo- puede desencadenar cierta incertidumbre que se traducirá, según la
mayor o menor predisposición del niño a tener miedo, en ansiedad.
·
Dificultad
para discernir entre los peligros reales y los temores que albergan. Su
principal preocupación suele ser la posibilidad de tener que separarse de sus padres. En algunos casos la repetición
de una noticia puede ser interpretada por el pequeño como si el mismo evento
hubiera tenido lugar muchas veces. Así,
los niños en edad preescolar pueden verse más perturbados por lo que ven y
oyen, por lo que es preciso ser cautelosos con los comentarios que se hacen a
su alrededor.
Conclusiones
Ø El
proceso de paz no se limita a tener firmado un acuerdo entre dos partes, este es
sólo el principio del proceso de paz. Porque tiene una fuerte etapa donde debe reparar e
integrar a la sociedad para que ese acuerdo se vea reflejado en progreso,
igualdad, justicia y desarrollo.
Ø Como
en cualquier otro convenio hay
expectativa de las partes, al lograr la paz, es necesario atender asuntos
directos para resolver el conflicto que conllevo a la guerra. Porque se debe
garantizar y satisfacer las necesidades de las partes; la reconstrucción de las
sociedades requiere de constante inversión y de generar la sensación de
seguridad. Por otra parte, es necesario replantear las acciones gubernamentales
y no reconcentrar los recursos en el proceso bélico.
Ø Los
desafíos de la postguerra implican la reforma de las instituciones encargadas
de cumplir y de hacer que se cumplan las leyes. Los excombatientes deben ser
reintegrados a la sociedad, por lo que es necesario realizar intervenciones
reales a la sociedad en postconflicto,
sociedades que carece de recursos y que
traen la ira, los daños y las frustraciones de una guerra prolongada.
Ø El
proceso de paz debe responder a la población afectada, tanto víctimas como
victimarios pero más allá de ese contexto es necesario responder a la
expectativa de la sociedad en general; puesto que reintegrar al excombatiente,
requiere de dar posibilidades para obtener recursos en otras actividades ajenas
a estas; donde el excombatiente debe aprender a tener un comportamiento
adecuado y a sostener una relación sana en una comunidad.
Ø La
población civil tiene miedo de que los excombatientes entren a ser vecinos en su
barrio, se tiene la expectativa de que la paz les proveerá mayor prosperidad,
lo que requiere del esfuerzo por tratar los daños físicos, sociales y
psicológicos. Donde las instituciones civiles deben tomar las riendas de una
serie de procesos sociales capaces de conciliar las partes.
Ø Cuando
se logra conciliar la visión de los combatientes con la visión de las víctimas,
donde se requiere de recursos que permitan reparar a las víctimas y reintegrar
a los victimarios a la sociedad, lo del perdón es cuestión de tiempo; todo esto
conlleva a la transformación de la economía y a experimentar bajones en los
procesos productivos nacionales, pero el fin justifica las causas, es necesario
recuperar poco a poco el espacio y garantizar la seguridad para todos.
Ø Cuando
este conflicto lo trasladamos a un
municipio como el nuestro, es necesario implementar una serie de medidas que no
lleven a la localidad a colapsar y mucho menos a generar trastornos dentro del
desarrollo normal de la comunidad.
Ø Dentro
de las principales actividades es
necesario intervenir es el
empleo, si existe un alto nivel de desempleo, ¿cómo se generara empleo para
tantas personas? El desempleo puede
llevar a los combatientes a regresar a
prácticas violentas, donde el crimen organizado puede tomar el lugar del
comercio legítimo.
Ø El
municipio debe generar empresas donde se reubique a población reinsertada o
víctimas y garanticen un mínimo de ingresos para su sustento, lo que implica
una inversión continua que genere estabilidad en los procesos de paz.
Ø En
lo que concierne a la población desplazada se deben de crear planes de vivienda
donde se garantice el derecho a la propiedad y a la vivienda propia, lo que requiere que la
intervención del Estado sea directa y entre a suplir las necesidades comunales
para que no se generen inconformidades y nuevamente un conflicto por la falta
de garantías.
Ø El
municipio debe garantizar la reintegración de la comunidad desde una visión muy
objetiva donde se cumpla con las expectativas de las partes sin alterar los
procesos diarios de la comunidad, el municipio requiere de replantear sus
políticas y establecer unas reglas de juego donde cada uno ocupe su espacio y
desde él pueda desarrollar una actividad estable que no lo regrese a la guerra.
Ø Por
parte del desplazamiento es ahí donde se hace necesario replantear el uso del
suelo y por lo tanto tener un esquema de ordenamiento territorial tan fuerte
como el de un municipio que ha vivido todo el conflicto, la reforma agraria
debe ser un objetivo en conjunto donde los municipios tanto violentos como los
otros deben ser tratados de la misma manera.
Ø Adicionalmente
es urgente la descentralización que actualmente no hay, paralelo a la
unificación de los periodos para unificar los planes de desarrollo a 12 años
tal como ya se hizo con los planes de ordenamiento territorial. POT.
Ø Proceso
de largo plazo. Lo que se avecina es todo un proceso que no se agotará con este
gobierno, sino que comprometerá a los próximos mandatos, pues estimamos
que ha de llevarse más de una década,
porque indiscutiblemente estamos hablando de cerca de 7 millones de personas
que hoy están reconocidas como víctimas del conflicto.
Ø
El
tema de la paz en Colombia, a través del tiempo, ha generado diversas
controversias, pues cada gobierno ha intentado implementar sus propias
estrategias que le han apostado a conseguir la paz .Sin embargo, las FARC de
algún modo, han sabido imponerse y por ende, se han mantenido durante todo este
tiempo, a pesar de las importantes bajas que han tenido dentro del alto mando
guerrillero, en los últimos años.
Ø
Por
todo lo anteriormente expuesto es necesario que la Nueva Gerencia Pública esté
inmersa en los nuevos programas de gobierno y los futuros planes de desarrollo
y Esquemas de ordenamiento territorial de los entrantes Alcaldes y Gobernadores
de todo el País.
Ø
Mientras
no se tenga en cuenta todas las aristas del problema y sus posibles soluciones,
Colombia no está, ni estará preparada para asumir un posconflicto, y en cambio
sí seguiremos inmersos en medio del caos, la guerra, los muertos y la
inequidad.
Ø De igual forma, se debe tener en cuenta que
no debe ser una negociación, cuyo único objetivo sea la terminación de la
guerra, sino que se permita superar las causas que dieron origen y continuidad
al conflicto. Por eso los puntos de la
agenda deben estar dirigidos hacia estos objetivos. Sólo corrigiendo las causas históricas del
conflicto se puede dar por terminado el mismo y avanzar hacia la paz. A estos puntos hay que agregar temas como el
narcotráfico, que se mezcló desde hace varias décadas con el desarrollo del
conflicto y el derecho a la verdad, justicia y reparación de las víctimas.
Recomendaciones.
El no reconocer la historia nos invita
cada instante a repetirla y mientras las causas de los conflictos sigan
latentes, la posibilidad de un nuevo enfrentamiento sigue vigente, por lo
tanto, el pos acuerdo ha de definir criterios sustancialmente fuertes y
visibles que permitan la asimilación de un proyecto de largo aliento, eso sí,
si lleva implícito una nueva concepción del crecimiento y el desarrollo del
territorio. No es suficiente con que se termine el conflicto, el proceso de
reparación individual y colectiva de las víctimas, se debe además propiciar el
conocimiento de la verdad, la justicia y el reconocimiento público de la
afectación sufrida por familias enteras, quienes perdieron sus seres queridos, sus
bienes, sus raíces, su entramado social y todas las redes que habían tejido a
lo largo de los años y las territorialidades que blindaron y caracterizaron la
resistencia para permanecer aún después de muertos.
Para concebir un cambio, es esencial que
confluyan los proceso participativos, los consensos, la puesta en común y que el debate sea parte de la cotidianidad,
que la toma de decisiones esté
acompañada de liderazgos confiables y
capacitados para orientar a la comunidad
hacia la construcción de su propio destino, que se complemente con una buena participación y
construcción colectiva; si queremos semejar una democracia como la voluntad de los pueblos, es menester fungir a la sociedad de poder,
con argumentos válidos y democratizados para que se encarne una posibilidad de
mejora permanente y trascienda el territorio, así lo según expresa Chica, (2011), citando a (Bresser, 1998: 29),
Al ser hoy la democracia un concepto supranacional, la sociedad civil,
entendida como “la sociedad organizada y ponderada de acuerdo con el poder que
tienen los diversos grupos e individuo, este es un factor que traspasa las
fronteras nacionales y se configura desde nuevas agendas sociales, culturales,
políticas y económicas cada vez más globales”(p.58), es así como la participación puede ayudar a
la emergencia de democracias para que
adquirir dimensiones interterritoriales y se torna una compleja situación
local- global- local, lo cual imbrica matices más allá de la frontera,
esto dificulta su manejo, su control y
los escenarios donde se desarrollan.
No podemos pretender que el bienestar
llegue porque los actores armados en
conflicto firmen unos acuerdos, sería una falsa ilusión, pues mientras no haya una reparación integral a las
familias, mientras no se conozca la verdad y se esclarezca los hechos y sobre
todo que los gobernantes se comprometan a una apuesta social, a romper
paradigmas equivocados y mientras la soberanía nacional siga menguada por la
globalización, la privatización y el crecimiento occidentalizado, difícilmente
los acuerdos de paz serán una salida para todos y el pos acuerdo debe demostrar justicia,
equidad, integración y participación,
inversión constante y transformación
de los entes del Estado, revertir el
gasto de la guerra en inversión para las oportunidades, puesto que más
militares no garantizan más seguridad, pero la apuesta debe centrase en un
desarrollo tecnológico apropiada, aplicado y adaptado para que los Colombianos vivan más felices, dispuestos a mejorar su calidad de
vida, que los recursos sean invertidos en tecnología e innovación para posesionar las actividades económicas de base
y se potencie la capacidad productiva del país.
El ideal del proceso es disminuir o cesar los enfrentamientos bélicos
para preservar la paz, construir o reconstruir todo lo perdido durante años y
velar por el cumplimiento de los acuerdos a los cuales llegaron las partes;
donde las acciones deben ir dirigidas a identificar y apoyar estructuras
tendientes a fortalecer y solidificar la paz, través de atención humanitaria a
las víctimas, retorno y apoyo a poblaciones desplazadas, seguimiento y
acompañamiento a los grupos desmovilizados, transformación de la participación del sector privado, la
restauración de la capacidad del manejo económico, la generación de recursos y
de empleo (incluyendo el derecho a la propiedad), el fortalecimiento de las
instituciones estatales y la forma de compartir el poder, limitando las
posibilidades del recrudecimiento del conflicto.
Si las condiciones sociales no mejoran,
no aumenta la participación y decisión de las comunidades, si no se recupera la confianza en los organismos
estatales, es poco probable que los acuerdos surtan efectos positivo y un alto
impacto en el bienestar del país, ya que es
fundamental la voluntad ciudadana , el sentido de pertenencia para que haya un alto impacto en la toma de
decisiones; el pos acuerdo es un proceso
de transformación, donde las partes
adoptan posiciones receptivas que permite el cumplimiento de acuerdos sin agredir el
espacio del otro, donde el gran ganador debe ser el pueblo y ser una acción que
parta de la base de la comunidad, una construcción mediada por la capacidad del
Estado para responder por las demandas sociales.
Anexos
Marco normativo
Ley no 1592
diciembre 03 de 2012
"Por medio de
la cual se introducen modificaciones a la ley 975 de 2005 "por la cual se
dictan disposiciones para la reincorporación de miembros de grupos armados
organizados al margen de la ley, que contribuyan de manera efectiva a
consecución de la paz nacional y se dictan otras disposiciones para acuerdos
humanitarios" y se dictan otras disposiciones"
Ley 975 de 2005 (julio 25) por la cual se
dictan disposiciones para la reincorporación de miembros de grupos armados
organizados al margen de la ley, que contribuyan de manera efectiva a la
consecución de la paz nacional y se dictan otras disposiciones para acuerdos
humanitarios.
El
Congreso de Colombia DECRETA: CAPITULO I Principios y definiciones Artículo 1°.
Objeto de la presente ley. La presente ley tiene por objeto facilitar los
procesos de paz y la reincorporación individual o colectiva a la vida civil de
miembros de grupos armados al margen de la ley, garantizando los derechos de
las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación.
Se
entiende por grupo armado organizado al margen de la ley, el grupo de guerrilla
o de autodefensas, o una parte significativa e integral de los mismos como
bloques, frentes u otras modalidades de esas mismas organizaciones, de las que
trate la Ley 782 de 2002.
Ley 1448 DE 2011, Ley de víctimas y restitución de tierras y
decretos reglamentarios.
Por la cual se dictan medidas de atención,
asistencia y reparación integral a las
víctimas del conflicto armado interno y
se dictan otras disposiciones.
Ley 1448 del 10 de junio de 2011, “Por la cual
se dictan medidas de atención, asistencia
y reparación integral a las víctimas del conflicto armado interno y se
dictan otras disposiciones”.
Decretos
Ley - grupos Étnicos
Decreto Ley 4633 del 9 de diciembre de 2011,
por medio del cual se dictan medidas de asistencia,
atención, reparación integral y de restitución de derechos territoriales a las víctimas
pertenecientes a los Pueblos y Comunidades indígenas.
Decreto Ley 4635 del 9 de diciembre de 2011,
Por el cual se dictan medidas de asistencia, atención, reparación integral y de restitución de tierras a las víctimas
pertenecientes a comunidades negras,
afrocolombianas, raizales y palenqueras.
Decretos
reglamentarios
Decreto 4634 del 9 de diciembre de 2011,
por el cual se dictan medidas de asistencia, atención,
reparación integral y restitución de
tierras a las víctimas pertenecientes al pueblo
ROM o Gitano.
Decreto 4800 del 20 de diciembre de 2011, “por
el cual se reglamenta la Ley 1448 de
2011
y se dictan otras disposiciones”.
Decreto 4829 del 20 de diciembre de 2011, “por
el cual se reglamenta el capítulo 111 del título IV de la Ley 1448 de 2011 en
relación con la restitución de tierras”
Decreto 0790 del 20 de abril de 2012, “por
el cual se trasladan las funciones del Sistema Nacional de Atención Integral a
la Población Desplazada por la Violencia-SNAIPD al Sistema Nacional de Atención
y Reparación Integral a las Víctimas y del Consejo Nacional de Atención Integral a la Población
Desplazada-CNAIPD al Comité Ejecutivo para la Atención y Reparación Integral a
las Víctimas”.
Instrumento de recolección de información.
Entrevista realizada a
algunos habitantes del municipio de filadelfia.
¿Qué
comprensión Tengo yo de la realidad del posconflicto?
¿Qué
instrumento requiero elaborar para construir el concepto DESDE, CON y el
TERRITORIO?
Visitar
el Territorio y ayudar a la comprensión de la Realidad
¿Qué
preguntas de investigación me hago sobre el concepto de realidad?
¿Qué
preguntas se hace la gente sobre la realidad del tema?
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